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Reunirte con tu asesor

Creado el 17 de mayo de 2021

El formato de mis reuniones con estudiantes ha variado mucho a lo largo de los años. Alice acudía todas las semanas con una agenda mecanografiada con los temas a tratar. Sanjay hablaba de improviso sobre lo sucedido cada día de la semana anterior, sacando cifras de su computador portátil a medida que le venían ideas a la cabeza. Yang buscaba el debate y la discusión en torno a ideas y prioridades. Ava se mantenía en silencio cuando le hacía  preguntas inquisitivas, e incluso evitaba proponer ideas para evitar más preguntas. Respeto a todos mis estudiantes actuales y anteriores, y comprendo ampliamente su comportamiento. Pero no todas esas reuniones fueron igual de productivas.

Pocos estudiantes tienen formación sobre lo que deben hacer en las reuniones, y pocos entienden de entrada mis objetivos y perspectivas. Por lo tanto, este documento pretende proveer  una guía sobre estas interacciones y ayudarlos a relacionarse con su asesor de forma más productiva.

La perspectiva del asesor

Personalmente, disfruto viendo crecer y progresar a mis alumnos. Mi trabajo es asesorar a los estudiantes, y he decidido dedicarles tiempo en cada una de mis reuniones. Así, los estudiantes no sienten que me están haciendo perder el tiempo o que me están pidiendo un favor. También hay que tener en cuenta que reunirse con los estudiantes y ofrecerles comentarios reflexivos es un reto cognitivo. Sería mucho más fácil saltarse las reuniones y limitarse a decir ¡lo estás haciendo muy bien!. Al sacar tiempo para reunirme y ofrecer consejo, estoy (felizmente) ofreciendo un recurso. Sé que reunirte con tu asesor puede ser estresante, sobre todo si tienes dificultades o no te sientes apoyado.

Otros asesores pueden compartir algunas de mis perspectivas, pero no todas. Algunos asesores quieren ser amables y evitar la confrontación, pero esto puede suponer no recibir comentarios constructivos que podrían hacer avanzar tu trabajo. Otros asesores pueden hacer críticas personales o perder la calma (entiendo lo difícil que es eso). No todos los asesores son claros a la hora de explicar lo que quieren de ti, lo que puede aumentar el estrés o la frustración. Si no tienes claras las expectativas de tu asesor, recuerda que muchos de ellos han recibido poca formación formal en asesorar. Tu asesor puede pensar que está haciendo un buen trabajo, o puede estar tratandote como fue tratado/a cuando era estudiante. Espero que tu relación con tu asesor sea provechosa, y si hay partes difíciles o estresantes, te puede ser útil hacer preguntas y tratar de obtener orientación explícita sobre las expectativas. “Gestionar” es una habilidad que te servirá a lo largo de tu carrera, y este es un momento excelente para empezar a practicar. También puedes acudir a las reuniones con las ideas que expongo a continuación, que suelen ser bastante eficaces, y además preguntarle a otros estudiantes que compartan tu mismo asesor cuál es su forma más efectiva para las reuniones.

Complir los objetivos

Tu objetivo principal en una reunión debe ser avanzar en tu investigación y planificación. Dedica un poco de tiempo para informar a tu asesor de tus progresos, pero no a expensas de abordar los obstáculos que impiden que sigas avanzando. Debes planificar lo que quieres conseguir en cada reunión y pensar de antemano en cómo tu asesor te puede ayudar.

De qué hablar

En general, es bueno hablar del tiempo y esfuerzo que llevará el trabajo previsto. Cuando solicito una tarea, a veces pregunto: “ ¿cuánto tiempo crees que te llevará?”. Solo quiero una estimación del orden de magnitud (una hora, un día o una semana). A veces estoy mal calibrado, y lo que creía que era una petición fácil es en realidad difícil por una razón que no anticipe. Una vez que lo entiendo, puedo retractarme de mi petición si es demasiado trabajo para el beneficio potencial. Incluso si tu asesor no te pregunta por el tiempo, puedes planteárselo de antemano (“ Podría hacerlo si crees que sería valioso, pero puede que me tome un par de semanas porque xxx”). Quizá no hayan entendido el alcance de la petición. O tal vez crean que sigue siendo importante aunque sea difícil, y puedan explicar por qué. Es mejor resolver esto con una conversación rápida que dejar que una petición casual consuma mucho tiempo.

Por lo general, es aconsejable comunicar los obstáculos externos a tu progreso. Si un proyecto de clase u otra obligación te retrasa ocasionalmente, puede ser útil decir algo como: “Voy un poco retrasado esta semana por culpa de xxx, pero lo recuperare la semana que viene”. Pero ten cuidado. Decir esto con mucha frecuencia sugiere que tu investigación tiene poca prioridad. Si las clases o los grupos profesionales o estudiantiles interfieren constantemente en el progreso de tu investigación, probablemente sea conveniente que reduzcas esas otras actividades. Si tienes problemas de salud u otros impedimentos serios para tu trabajo, debes mantener informado a tu asesor y esperar adaptaciones razonables.

Por último, ten en cuenta que tu asesor es un experto y un recurso que va más allá de tu proyecto de investigación. Pídele de vez en cuando consejos profesionales, que te presente a otros expertos, sugerencias de trabajos y otros temas. Puedes incluir estos temas en la agenda de reunión o reservarlos para otras conversaciones informales.

Responder a las peticiones y sugerencias de tu asesor

Respeta los comentarios de tu asesor, sigue sus recomendaciones e infórmale al respecto. Para mi, es frustrante cuando solicito un resultado y pensaba que el estudiante estaba de acuerdo, pero en una reunión futura me dice: “Ah, me olvide de eso. Lo miraré la semana que viene”. Esto me obliga a recordar la petición inicial y gasto más tiempo repitiendo la conversación. Esto no quiere decir que tengas que hacer todas y cada una de las tareas que te proponga tu asesor. Si tu asesor te hace una sugerencia o una petición que te parece difícil o poco razonable, lo mejor suele ser discutirla de inmediato en lugar de ignorarla. O si después de la reunión te das cuenta de que había algún problema con la idea, puedes explicarlo en la siguiente reunión. Así tu asesor sabrá que has considerado tus planes a fondo.

Responder a las orientaciones y prioridades de tu asesor

Cuando considero las tareas y objetivos de mis estudiantes, generalmente intento llenar un vacío. Si percibo que el estudiante carece de dirección o está atascado, le propongo direcciones a seguir. Por otra parte, si tiene un plan y veo que está bien pensado, me apartare con gusto y desempeñaré un papel más de apoyo.

Como estudiante asesorado, puedes sentir que los comentarios de un asesor son una crítica y, por tanto, intentar evitarlo no proponiendo ideas. Esto es una lastima, ya que pierdes parte de la dirección de la investigación y la oportunidad de crecer a partir de los debates. Entiendo (y lo he experimentado personalmente) que la “orientación” a veces puede ser brusca o incluso ofensiva, lo cual es difícil y creo que improductivo, pero a veces es una realidad. Incluso cuando el cuestionamiento se ofrece de una manera más empática, todavía se puede sentir como una crítica personal. Pero cuanto más seas capaz de dejar a un lado la actitud defensiva y participar en la conversación intelectual, más posibilidades tendrás de beneficiarte y crecer gracias a ella.

Temas del orden del día

Para ser productivo en tus reuniones, debes planificar lo que quieres conseguir. También debes ser realista sobre la duración de la agenda. Coloca los temas críticos al principio de la reunión para asegurarte de que queden resueltos.

A continuación, figura una lista de posibles puntos del orden del día. No incluyan todos estos puntos cada semana, pero puedes consultar esta lista cuando consideres que tratar. Te recomiendo que lleves una copia del orden del día a la reunión y le enseñes a tu asesor lo que quieres tratar. El orden del día puede estar en papel o puede ser la primera diapositiva de una presentación informal. Tu asesor puede revisar o añadir cosas al orden del día, lo cual está bien, y es mejor hacerlo de forma organizada que dejar que la conversación fluya erráticamente.

Resumen rápido

Haz un resumen rápido de tu trabajo para ponerte al día con tu asesor. ¿Cuáles son tus tareas prioritarias en este momento? ¿Qué decisiones clave se tomaron en la última reunión? Es probable que tu asesor haya pensado en docenas de proyectos o tareas desde la última vez que hablaron, así que es bueno refrescarle la memoria. Pero no te entretengas demasiado en esto, ya que querrás dedicar la mayor parte del tiempo a mirar hacia delante.

Avances de la investigación

  1. Resume los nuevos resultados importantes desde la última reunión. No enumeres todo lo que has hecho, pero menciona cualquier cosa sorprendente o significativa.

  2. ¿Cuáles son tus interpretaciones? ¿Hay algún resultado inesperado? Asegúrate de disponer de información de apoyo para utilizarla en caso necesario. Tu asesor no podrá ofrecerte muchos comentarios sin conocer los detalles del enfoque que has utilizado o sin ver la información intermedia del diagnóstico.

  3. ¿Estás atascado en algún problema? ¿Necesitas consejo o ayuda?

Redactar materiales escritos o de presentación

  1. ¿Deseas recibir comentarios sobre nuevo material de investigación?

  2. Por lo general, no es eficiente hojear un documento página por página durante una reunión. Lleva mucho tiempo, y por lo general, prefiero ver el manuscrito de un estudiante como un documento independiente (como lo hará el lector) sin que tu aportes contexto adicional. Pero si hay decisiones clave que tomar o cifras en las que te has atascado, puedes hablar de ellas en persona o añadir una nota al documento para llamar la atención de tu asesor sobre ellas.

  3. Puede ser útil examinar juntos los borradores de las presentaciones. En general, lo mejor es hojear las diapositivas rápidamente, anotando tus mensajes claves en cada una de ellas. No tienes que presentarlas como si tu asesor fuera el público final.

Próximos planes previstos

  1. ¿Qué piensas hacer antes de la próxima reunión? Piensa en ello antes de la reunión y en cómo encajan esos planes con tus objetivos generales. Prepárese para discutir los pros y contras de las distintas oportunidades. Una de las principales funciones de un asesor es asegurarse de que tu te centres en las actividades adecuadas, por lo que este debate es importante y valioso.

  2. ¿Qué necesitas de tu asesor (por ejemplo, revisión de un borrador, ayuda para obtener datos)?

  3. Planes generales (que se debatirán en ocasiones)

    1. ¿Cuáles son tus prioridades a gran escala en este momento?

    2. ¿Cuál es su plazo previsto para terminar tu próxima charla o publicación?

    3. ¿Cuál es el alcance y el calendario de tu tesis?

Asuntos administrativos

  1. Logística de próximas reuniones o conferencias

  2. Trámites, reembolsos, compras de equipo o programas informáticos, etc

  3. Posibles cursos futuros.

  4. Próximos viajes o asuntos personales que puedan ser relevantes para su asesor.

Después de la reunión

Después de la reunión, puede ser útil enviar un correo electrónico de seguimiento. Esto puede proporcionar el material del que hablaron (por ejemplo, el borrador de un artículo sobre el que desea recibir comentarios, un enlace a una conferencia que mencionó). También puede ser útil reafirmar tus planes (“Para recapitular, tengo previsto…”). Esto puede ayudar a identificar y aclarar cualquier posible malentendido con tu asesor, y puede ser útil para tu propio seguimiento de planes.

* Los nombres de los estudiantes asesorados han sido modificados para proteger su identidad.

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